martes, 31 de marzo de 2009

Nuevos Antecedentes Sobre la Limpieza en Codelco

Así graficó el diario del PC las actividades de sus
posibles "socios" electorales.

Nuevos Antecedentes Sobre la Limpieza en Codelco
( Pimera Parte)


Cuatro altos ejecutivos vinculados directa o indirectamente, por acción u omisión, en negociación incompatible o conflictos de interés, han renunciado en los últimos meses.

Por: Francisco Herreros

De manera silenciosa pero secuencial, sea por invocación de "motivos personales", o "para no comprometer a Codelco", el hecho es que en los últimos cuatro meses han presentado su renuncia tres de los altos ejecutivos de Codelco, que aparecían vinculados con negociaciones incompatibles o conflictos de interés, tal como lo denunció El Siglo en sucesivas publicaciones del año 2008.

A ello se suma el cambio de auditor general, cargo que por definición supervisa el control de la gestión interna.

La conexión causal con el contexto general de los sucesos denunciados puede desprenderse del hecho de que ocurrió tan solo 24 meses después de haber sido designado en el cargo, y sólo ocho días después de que un reportaje de televisión reprodujera y ampliara las denuncias de El Siglo.

Hilo no tan delgado
En efecto, Luis Mualim Celume fue colocado en el cargo por el recién
designado Presidente Ejecutivo de Codelco, José Pablo Arellano, el 25 de julio de 2006.Mediante un escueto comunicado, que no entrega detalles ni invoca motivos, la dirección de comunicaciones institucional informó del cambio de Mualim por Ignacio Muñoz Reyes, en la Auditoría General de Codelco, el 26 de agosto de 2008, una semana después de que el programa En la Mira de Chilevisión, emitiera el reportaje El Lado B de Codelco.

Con fecha 11 de noviembre de 2006, el ex ejecutivo de Codelco, Ricardo Castillo Yanes, que ha suministrado información sobre diversos casos de corrupción en Codelco, le envió un correo a Luis Mualim, en el que denunciaba un caso de sobresueldo por la vía de la asignación de zona a un ejecutivo que se desempeñaba en la casa Matriz de Santiago, y de diversos actos de persecución que por entonces le afectaban.

Mualim le envió la siguiente respuesta, el 29 de agosto de 2007: "Estimado Ricardo:Para tu información, te puedo decir que la auditoría se realizó, y sus resultados serán informados en los niveles correspondientes".

Como en el chiste de Gila, de la auditoría y de sus resultados, nunca más se supo. Y como en el chiste del sofá de Don Otto, el 7 de noviembre de 2007, Castillo recibió el sobre azul por "necesidades de la empresa".

Nueve meses después, era Mualim quién salía de la empresa.Algún suspicaz podría invocar el inveterado principio del corte del hilo por lo más delgado. Salvo que en el caso de Mualim, no tan delgado. En el organigrama de Codelco, la Auditoría General ocupa el segundo escalón en la jerarquía ejecutiva, en el mismo nivel que la Secretaría General Ejecutiva.

En rigor, tampoco se puede descartar que la abrupta salida del auditor general haya obedecido a razones más pedestres, como por ejemplo, el volumen de su cuenta bancaria. El comunicado de Codelco omitió que Luis Mualem Celumen presentó su renuncia el 5 de julio de 2008, invocando "razones personales", y que días después asumiría el mismo cargo en Antofagasta Minerals, del grupo Luksic, propietaria entre otros, del yacimiento Los Pelambres.

Vicepresidente ofendido
Por las razones que fueren, el súbito reemplazo de Mualim sería solo la primera de las salidas de ejecutivos vinculados con hechos mencionados en la edición 1394 de El Siglo, del 28 de marzo de 2008, bajo el título Corrupción de Alto Vuelo: Así se Apropian del Sueldo de Chile, sin que hasta la fecha ni uno solo de esos antecedentes haya podido ser desmentido.El siguiente en la lista fue Daniel Barría Iroume, quién había asumido la Vicepresidencia Corporativa de Servicios Compartidos el 23 de junio de 2006.

El comunicado de Codelco, fechado el 10 de octubre de 2008, señala que Barría decidió presentar su renuncia "para no comprometer a Codelco ni a su entorno en los cuestionamientos injustificados que ha sufrido en los últimos meses". Es más, en carta a José Pablo Arellano, el mismo Barría arguye: "Codelco y yo hemos sido sujetos de enconadas críticas por parte de personeros de ambos extremos del espectro político. Sin fundamento alguno, han formulado acusaciones de faltas a la normativa de Codelco, de negociaciones incompatibles, o lisa y llanamente, de corrupción".

El comunicado de Codelco añade: "Estos ataques utilizan su participación en la propiedad de la empresa de ingeniería Ara Worley Parsons, calificada como "poco significativa" de acuerdo a la normativa de la Corporación. Al respecto, Codelco reitera que la relación de Barría con esta firma, donde trabajó durante más de 30 años, no viola ninguna de las normas de la ley de Sociedades Anónimas ni de sus reglamentos internos".

En el mismo comunicado, José Pablo Arellano adujo que distintos sectores insistieron en utilizar la relación de Daniel Barría con Ara Worley Parsons para cuestionar el proceder de personas e instituciones honorables y que "esto es inaceptable, porque buscan ensuciar sin medir las consecuencias".
En suma, los típicos argumentos que se encuadran en esa manera tan chilena de evadir responsabilidades y engañar a la opinión pública.Por lo que toca a El Siglo, nos limitamos a demostrar:
a) La participación accionaria de Daniel Barría en el consorcio de ingeniería Ara Worley Parsons;

b) que dicha vinculación contraviene expresas normativas internas de Codelco, como la Norma Corporativa Nº 18 que prohíbe expresamente a Codelco "celebrar actos o contratos en los que uno o más Directores; su Presidente Ejecutivo; los integrantes de los Comités de Gestión Divisionales; Vicepresidentes; Auditor Corporativo; Gerentes Generales Divisionales y personal que ejerce cargos de jefatura, incluidos sus cónyuges, hijos y otros parientes hasta el 2º grado de consanguinidad o afinidad, tengan interés por sí, directamente, ya sean representados por terceros o como representantes de otra persona; prohibición que también incluye a las sociedades en que dichas personas tengan una relación de propiedad o gestión, ya sea en forma directa o bien a través de la representación de otras personas naturales o jurídicas, como así también a las personas con las que participen en la propiedad o gestión de esas sociedades"; y que mientras Daniel Barría desempeñaba la Vicepresidencia Corporativa de Servicios Compartidos, que entre otras misiones tiene a su cargo la relación con empresas contratistas y proveedoras, Codelco suscribió millonarios contratos de servicios con empresas relacionadas a Ara Worley Parsons, los que sólo en 2007 sumaron cinco millones 700 mil dólares.

c) Lo demás es verso.

A mayor abundamiento, el 22 de febrero pasado, el diario La Tercera publicó que en 2008, antes de la renuncia de Barría, Codelco le adjudicó dos contratos a Ara Worley Parsons, por un total de 16,2 millones de dólares, lo cual Barría afirmó ignorar, por cuanto "sólo veía contratos por más de 20 millones de dólares, y jamás de empresa relacionadas".En todo caso, Barría no se alejó del todo de Codelco, pues según la misma publicación, Arellano lo mantuvo en el directorio de Micomo, empresa conformada por Codelco y NTT, dedicada al desarrollo de tecnología de punta para la minería.

(Agradecemos a la Señora Carmen Vergara Kliebs haber compartido esta nota con nosotros)

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