
Ricardo Castillo Yanes, Ex Ejecutivo Revela las Redes de Corrupción en Codelco
La trenza perversa con las empresas contratistas. Punto de origen y destino: la tercerización de funciones estratégicas. El engaño de la duplicación de valor de la empresa. Por Francisco Herreros – Diario “El Siglo”
El Informe de la Comisión Investigadora de los Costos de Codelco de la Cámara de Diputados plantea que “la estatal” se encuentra en riesgo de perder su liderazgo a nivel mundial, porque ha sufrido un ostensible deterioro competitivo, debido, entre otros factores, al aumento de costos por sobre el promedio de la industria, los que a su turno derivan de “serios problemas de gestión de inversiones, de manejo de recursos y dificultades económicas, técnicas y humanas que han retrasado la entrada en producción de sus proyectos de expansión y reposición”.
La Comisión constató que Codelco no cumplió sus propios objetivos y que sus planes de expansión resultaron, en gran medida, frustrados, lo que atribuyó a los siguientes factores: “Primero, necesidad de utilización de terceros para compensar pérdidas de producción asociadas a dichos atrasos; segundo, contratos con horizonte de corto plazo y formas inadecuadas de contratos que significan un incremento de costos en los servicios prestados, y tercero, reemplazo de equipos con vida útil superior a la económicamente conveniente”.
En el acápite Conclusiones y Recomendaciones, resaltan las siguientes: “La Comisión recomienda se adopten las siguientes medidas:
a) Se impulse un proyecto de ley que tenga por objeto el amparar y proteger al trabajador de empresa pública o estatal, que detecte y denuncie fundadamente irregularidades al interior de dichas instituciones, en los mismos términos que establece la ley de probidad.
b) Se fortalezca la transparencia de los actos de Codelco. En este sentido, la Comisión hace presente que no dispuso en tiempo y forma de toda la información que se requirió de Codelco. La empresa se amparo en una interpretación del artículo 9° de la Ley Orgánica del Congreso Nacional, privando a esta Comisión de información relevante para sus fines.
c) Que se siga los más altos estándares y exigencias en materia de contratación con personas relacionadas y conflictos de interés; estas exigencias deberían contener la prohibición absoluta de celebrar contratos existiendo algún caso comprobado de inhabilidad o relación en los términos del artículo 100 de la Ley 18.045”.
Es la manera como la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados se pronuncia sobre graves acusaciones de corrupción que tuvo oportunidad de conocer, muchas de las cuales hemos publicado en las ediciones 1394 y 1398.
El considerando a) tiene un destinatario preciso: el ex ejecutivo de Codelco Ricardo Castillo Yanes, quién fue exonerado de la compañía en noviembre de 2007, culminación de ocho años de persecución, originada en sus denuncias de corrupción, cuando era Superintendente de Contraloría de la División Salvador. Recomendamos leer con atención la siguiente entrevista a Ricardo Castillo, porque por primera vez que un ejecutivo de nivel Rol A o Supervisor, revela públicamente, con conocimiento fundado y documentado, las redes de corrupción de Codelco.
Persecución
-¿Cuál fue el motivo por el cual usted fue exonerado de Codelco?
“Mi despido de Codelco, en noviembre de 2007, es la culminación de un tema que venía desde hace ocho años. El año 2000 era Superintendente de Finanzas de Contraloría, o sea Contralor de la División El Salvador. A partir de esa fecha, en todos los cargos que he estado encontré actos de corrupción, irregularidades administrativas e ineficiencia en la gestión. Hoy vemos reflejado eso, por ejemplo, en el hecho de que en el primer trimestre el costo total de Codelco ascendió a 1,92 dólar por libra. En definitiva, me transformé dentro de en una persona que denunció las irregularidades de muchos ejecutivos dentro de la empresa. Por tanto, atribuyo mi despido a tres órdenes de motivos.
Primero, el hecho de que haya denunciado permanentemente situaciones anómalas; segundo, en septiembre pasado solicité al señor Arellano, por carta oficial, que haga una investigación exhaustiva a todas las situaciones que detecté en el ejercicio de mis cargos, incluyendo la violación de mis derechos humanos y laborales de la que fui objeto, puesto que no solo me afectaron a mí, sino a toda mi familia; y en tercer lugar, en octubre pasado, solicité por escrito a don Ricardo Álvarez Fuentes, gerente general de la División El Teniente, con copia al subgerente, Armando Olavaría, y al propio señor Arellano, el líder de la transparencia, como se autodenominó cuando llegó a Codelco, poder asistir a la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados, para entregar mi aporte respecto a la situación de Codelco.
Debo decir que trabajé dieciocho años en Codelco en diversos cargos de control de gestión. A la semana de presentada la carta se me bloquea el acceso a todos los sistemas de información, y al mes, 7 de noviembre, me aplican el artículo 161, carta de despido, y cuatro días después acepto un plan de egreso que se le da a cualquier funcionario de la división”.
Corrupción sistémica
-A partir de su experiencia de dieciocho años ¿Qué tan generalizada es la corrupción en Codelco?, ¿está focalizada en algunos ejecutivos o es sistémica?
“Tengo que ser absolutamente sincero. En mi experiencia, cuando uno va ascendiendo en la carrera profesional dentro de Codelco, llega a un punto en que debe tomar una de cuatro alternativas. Primero, renunciar; segundo, subirse al carro; tercero, hacer vista gorda y cuarto, que es lo que yo elegí, apelar a instancias superiores. Y eso le pasa a cualquier ejecutivo que llega a instancias superiores dentro de la organización. Nadie me lo puede negar. Por eso que en el año 2000, cuando alcanzo un cargo de superintendente de finanzas y contraloría en la División Salvador, me encontré en esa disyuntiva.
Era un cargo alto; era el que visaba, el que ponía la mosca. A partir de ahí, puedo decir responsablemente que las situaciones de encubrimiento, la costumbre de engañar, ocultar y mentir con los recursos de todos los chilenos, están prácticamente generalizadas en varios niveles. Es todo un sistema. A nivel superior tenemos el tema de las empresas relacionadas, en que muchos ejecutivos contratan a empresas de parientes o amigos, o tienen sus propias empresas, o que se las venden a ex funcionarios, etc. Entonces, se produce toda una red tan grande, que en la práctica imposibilita a los supervisores y funcionarios honestos trabajar tranquilos, porque de una u otra forma, en algún momento tienen que tomar decisiones que van contra sus principios.
Por tanto, puedo decir con responsabilidad, y así se lo manifesté al señor Contralor, que a partir del año 2000 me encontré con situaciones muy desagradables desde todo punto de vista; de ineficiencia de gestión, irregularidades administrativas y actos de corrupción. Nadie me puede negar, y tengo los documentos, que altos ejecutivos se pagaban dos veces, a modo de sobresueldo. Eso no es ético ni va en la lógica de un Codelco estatal, que administra recursos que son de todos los chilenos”.
Coimas
-En la edición 1398 denunciamos un caso concreto en que Codelco aparece abultando pagos por distintos conceptos a una empresa contratista, la que devuelve el favor pagando una coima de 400 mil dólares. O sea, una trenza perversa entre Codelco y empresas contratistas. ¿Usted detectó casos como ese?
“Siendo sincero con ustedes, un semanario responsable que siempre dice la verdad, no me tocó presenciar directamente casos de coimas. En cambio, escuchar de ese tipo de situaciones, mucho. Me llegaban situaciones hasta divertidas, de gente a la que se le pagaba vacaciones en el extranjero, o gente a la que se le regalaba motos de agua, o veleros. Siendo súper responsable, no puedo decir que me constan. Pero que me llegaba información de que ocurría ese tipo de situaciones, tampoco lo puedo negar. Eso es materia de una investigación profunda. Por eso en la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados manifesté que Codelco está sin rumbo y solicité que exija una auditoría externa integral y exhaustiva en todos los ámbitos de Codelco. Usted mismo lo ha ido demostrando en sus artículos y nadie ha sido capaz de refutarlo o desmentirlo.
Efectivamente, si no se toman medidas, Codelco puede llegar a una utilidad cero. Nadie habría podido imaginar que los costos de la División El Teniente, que estaban en 80 centavos, estén hoy sobre 1,30 dólar la libra. Hay muchas situaciones de corrupción, y yo me hago cargo de las que he denunciado. Está todo demostrado y de hecho tengo cartas de reconocimiento del propio auditor general corporativo e incluso del propio señor Arellano. No sé que le pasó al señor Arellano, pero se puso a avalar verdades que no lo son; la verdad del grupo de poder que hoy está liderado por la democracia cristiana en el interior de Codelco. Ellos tienen mucho miedo de perder este botín que ha sido extraordinariamente generoso”.